Smonker, catacroquer, secador y caca

lunes, 7 de noviembre de 2011

Ex.

Las palabras que empiezan por ex nunca son buenas. Extorsión, explosión, examen, exterminio, extirpar, exorcizar, expoliar, extremo, exceso, exhumar y otras muchas. A mi me pasa algo curioso debido a la conexión mental que hago con estas palabras y es que cuando he preguntado a un conocido que a quien a acaba de saludar y me ha contestado: Mi Ex, automáticamente he empezado a pensar mal de esa persona, y no un poco... de zorra infame hacia arriba. Da igual que el conocido se haya beneficiado a 3 o se portara como un cabrón, lo de Ex suena a drama.

Es lo mismo que con una enfermedad grave, o has tenido una o conoces a alguien muy cercano a ti que la ha padecido. No he querido especificar una enfermedad en concreto, pero creo que la más adecuada sería una de transmisión sexual. Al contrario que una ETS, con una ex tienes un 100%  de expectativa de curación (sin inyecciones de penicilina de por medio) pero como con la ETS nadie celebra su sanación.
-El viernes doy una fiesta
-De lujo, ¿por qué si no es tu cumple?
-Ayer fui al médico y me dijo que ya estoy curado de la sífilis. ¡La ocasión lo merece!.
Nunca entendí porque da menos vergüenza que te contagien una enfermedad por una transfusión de sangre que por pincharte a alguien... En los dos casos te cagas en la madre de quien te contagió pero en la ETS tienes la tranquilidad de que ya le has jodido, literalmente.

Fuera de cualquier broma de mal gusto sobre lo meretrices que fueron o lo poco higiénicas que fueron respecto a su conducta moral, las ex son personas a las que hay que agradecerles muchas cosas, desde las típicas devoluciones de libertad y dinero (ya sé que eran nuestras desde el principio pero hay que verlo como un maravilloso regalo) hasta las más intangibles y poco valoradas, como las anécdotas o poder decir que por un periodo muy corto de tiempo, tienes un enemigo. Y lo siento pero sólo se puede acabar tan bien con una ex como se puede acabar con unas ladillas. "Las tuve que echar de mi vello púbico pero no me picaron mucho...". ¿Volverías a tenerlas? "Ni de coña". Pues entonces. ¿El peor de los casos? Una gonorrea que no te deje en paz durante mucho tiempo, que va y vuelve, aunque con penicilina todo se cura.

Entrando un poco más en el asunto de las anécdotas, no es tanto un regalo a ti si no un regalo a tus amigos. No hace falta contar intimidades para descojonarte con tus amigo de lo imbécil que fuiste y la de chorradas que hiciste por estar con esa desequilibrada o lo corto que fue tu amigo por no darse cuenta de que la chica  con la que salía tenía un pene mental tan grande que los ovarios se le estaban convirtiendo en testículos. Aquí todos reconocemos nuestra parte de culpa, ya que en estos asuntos o nos reímos todos de todos o la ex al río. ¡Es una broma! Nunca tiraría a la ex de nadie a un río, me parece mejor abandonarla en el desierto con 5€ y lo puesto. ¡Otra broma! Nunca llevo dinero en efectivo. El buen regalo de las anécdotas se convierte en el mejor regalo de reyes que se puede recibir si tienes un amigo cabrón (o tú tienes esa habilidad) capaz de ponerle un buen mote.  Así deja de ser una persona para convertirse en un enemigo de dibujos animados del que se puede blasfemar y que puede ser nombrado a cualquier hora, ya que según escuchas el sobrenombre se abre la veda del descojono.  Satanasia, Raula, La loca de los cojones, Moby Dick, Sor Guarra, etc son algunos de los nicks que he escuchado a lo largo de los años. ¡Horas impagables de diversión para todas las edades!.

No quiero olvidarme del regalo de que la ex se ponga a salir con otro justo después de dejarlo contigo, ya sea un amorfo, un extranjero amorfo (combo jodido de conseguir), tu peor enemigo o Brad Pitt. Si no es Brad Pitt mejor porque puedes decir: "Yo soy mucho más guapo" Un argumento de mierda, pero reconforta. "Él es mejor persona". Seguramente, pero si es verdad el dicho: 'La cara es el espejo del alma', la suya está MUY JODIDA. Aunque no es justo ni de recibo cabrearse con el otro, normal que quiera pillar, lo que hay que hacer es sentir lástima por él. Te dan ganas de envolverla en un papel de oro y decirle con un tono de afecto al new one: "Toda para ti campeón. ¡Cuídala mucho, es increíble(mente zorra)!". El paréntesis de la última frase lo piensas, no lo dices, a ver si te la va a devolver y al final se lía... Tampoco hay que cabrearse con ella, ¿acaso las ladillas son malas por buscar nuevos vellos púbicos? No, ellas sólo buscan un nuevo lugar donde chupar sangre, bien por ti, bien por ellas, pobre él.

Aunque la ex no haya sido lo mejor que podría pasarte, seguro que es lo que mejor te ha enseñado lo que no vas a volver a querer en tu vida cara a tu futura pareja. Por eso a todas las ex del mundo, muchas gracias por hacernos felices un tiempo, aguantarnos, volvernos locos, enseñarnos que las mujeres son capaces de lo mejor al mismo tiempo que hacen lo peor, por hacernos pasarlo mal y sobre todo ver que lo mejor era estar el uno muy lejos del otro. Nunca podremos agradeceros esto lo suficiente,  espero de verdad, con todo mi corazón, que seáis muy felices y que nunca ninguno os afeite de ahí abajo. ¡Ah! Mil gracias por dejarme ver a mis amigos libres de cargas.

martes, 1 de noviembre de 2011

Excusas, excusas.

Un dilema moderno es qué hacer si alguien cercano te propone un plan de mierda (que puede ser desde un botellón a 5 grados bajo cero hasta tener que llevar a alguien al aeropuerto).

A primera vista ya se ve que lo verdaderamente terrible de los planes mierdescos no es la pereza que da hacerlos (que también), si no quienes nos los proponen: Familia y amigos. Es gente cercana, a la que quieres y mucho, por la que te meterías en cualquier situación con tal de ayudarles, pero por desgracia para ellos, en ese momento en el que te 'proponen' el plan coñazo, tus preferencias vitales han cambiado, y lo que mas quieres en el mundo es seguir en el sofá. No importa que las condiciones sean idóneas para beber en la calle gracias a una masa de aire caliente que proviene de África, o que no vaya a haber gente alguna en el supermercado pudiendo campar a tus anchas recolocando los alimentos en zonas distintas... En ese instante de proposición lo mas importante de tu vida es el sofá y crees profundamente que te debes a él por todos esos años de confort que le ha dado a tu espalda y posaderas a lo largo de los años. Nadie por la calle te va a pedir que le acompañes a la compra o que le acerques a Moralzarzal en 'un momento', eso sólo lo va a hacer  alguien con quien tienes mucha confianza... Entonces, ¿cómo hacer ver a alguien querido que te importa más la devaluación del peso colombiano qué su mierda de plan sin ofenderle?

Con excusas. Mentiras que requieren una cierta elaboración previa y que nos evitan el problema de dañar y de tener que hacer lo que sea. Las mejores son aquellas en las que reduces al absurdo el supuesto plan que te impide acudir al otro tan mierdesco. Son aquellas (precedidas de un 'es que...') como: 'Tengo un jabalí en el horno', 'Mi caballito de mar va a dar a luz y quiero estar presente', 'Creo que está nevando en Seúl', etc. No tiene respuesta posible ya que dejas claro con un tono amable, cómico y agradable que prefieres una sesión de acupuntura en los testículos antes que ese plan y encima no pueden enfadarse contigo ya que todo el mundo es capaz de entender que estás mintiendo. Se parece mucho al 'jaja' para quitar hierro de una burrada, pullazo o tirada de moto previamente escrita en un chat cualquiera.

Otras buenas herramientas de evasión que pueden usarse sin ningún problema son aquellas en las que usas "desgracias" de la vida que te han ocurrido con un cierta proximidad temporal para darle cierta consistencia a la excusa y que tenga parte de verdad para que a la hora de relatar te salga natural. Enfermedad. ¿Tuviste la tripa mal hace 5 días? 'Tío tengo la tripa mal otra vez, no se va el virus...' Si te preguntan qué te pasa, dices que tienes diarrea, ¿quién se va a atrever a decir que es mentira? ¿ha podido ir al baño contigo? ¿de verdad quiere discutir contigo sobre diarrea? No creo. Responsabilidad. Dentro del género responsabilidad hay dos variantes, cuidado de personas y responsabilidad laboral/estudiantil. La gran suerte es tener un niño pequeño cerca, hermano/sobrino/hijo, y claro, los niños pequeños no pueden quedarse solos en una casa, eso sería terriblemente peligroso... ¿Qué clase de monstruo diría que no cuides a un niño inocente e indefenso en una casa llena de peligros? ¡Nadie!. En lo que a trabajar o estudiar se refiere, es lo que te da de comer y con la comida no se juega.

Dejo para el final (directamente relacionada con la excusa de la responsabilidad en el trabajo), las excusas más ruines que justo coinciden son las mas usadas cuando vas a quedar con alguien y simplemente te da pereza. Son las excusas del Director de orquesta, con las que controlas el tempo (término musical). Aquellas en las que tomas el coges las riendas de la situación diciendo 'Luego te llamo', 'Hablamos a lo largo del día', 'Vamos viendo esta semana' para, obviamente, no avisar o avisar cuando ya no queda tiempo. Es cojonuda porque no existe ningún plan, sólo la idea de que puede haber un plan. Por ejemplo, viene una amiga de Valladolid a pasar un día a Madrid y tú le dices que le haces compañía para que mate el tiempo hasta que se vaya por la tarde, añadiendo al final 'Te llamo a la hora de comer'. Da igual no contestar o hacerlo a las 7 de la tarde con un 'Se me ha pasado, al final no puedo...'. Ya has hecho la 3,14. Suele ser mejor, aunque no lo parezca, tener un jabalí en el horno.

Para que las excusas funcionen tienes que ser inteligente, pero tampoco mucho, nivel mono de intelecto medio en un laboratorio de prueba de cosméticos. Si dices que no vas a poder ir a una fiesta porque estás cansado, luego no subas en una red social que la noche fue cojonuda. Elimina pruebas o si no se pueden eliminar, no las saques a la luz. Parece que las excusas son malas, pero son el mejor invento jamás usado por un español si bien no hay que despreciar el placer de decirle a alguien: 'No, no me apetece un culo', en especial a aquellas personas que te ponen en compromisos del rollo solidario o que se aprovechan de la confianza. Zurriagazo a la boca, por preguntar.