Smonker, catacroquer, secador y caca

sábado, 26 de marzo de 2011

Universos paralelos.

Los universos paralelos son lugares donde las cosas son muy parecidas a las de nuestro universo pero que funcionan de manera distinta. Un universo paralelo sería aquel en el que lo malo es bueno y viceversa o en el que los conejos fueran carnívoros o en el que la gente vistiera con tirantes y no con cinturones. Aunque no lo parezca, dentro de nuestro hay un universo paralelo, las discotecas. Es un lugar donde las leyes de la naturaleza se invierten, funcionando de una manera opuesta a como lo harían normalmente.

 Es indispensable para entrar  y disfrutar en una discoteca estar borracho como una cabra. Mientras que en el día a día los alcohólicos y drogadictos son personas al margen de la sociedad, en las discotecas pasan a ser la gente de bien, aquellos que sacan adelante desde el garito de moda hasta el adorable antro. Los sobrios, por otro lado, pasan a ser a los marginados, los parias. Se les ve ahí con una triste coca cola haciendo sus bailes cual profeta mendigo en una esquina de una ciudad americana cualquiera intentando proclamar su mensaje: "A mi no me hace falta el alcohol para pasármelo bien". El profeta callejero también dice que está mas cuerdo que el resto y que el mundo acabará mañana, pero nadie le cree, bueno puede que haya peña que sí pero al sobrio en la discoteca seguro que no le cree nadie. 

Otra curiosidad de este mundo paralelo/discoteca es que es  la única situación y lugar del mundo en la cual aumentan exponencialmente tus posibilidades de pillar cuanto mas gilipollas seas y mas borracho estés. En el día a día tienes que ser atento, inteligente, divertido mientras que en la discoteca si no sabes hablar, mejor. La mayoría de los grandes cazadores de la noche son, y mira que no me gusta decir esto, unos auténticos soplapollas a la luz del día. No se puede hablar con ellos, porque tienen ese gen de proxeneta persa que les suele impedir hablar de temas sobre tetas o culos. Hay excepciones, yo conozco varias. Lo mismo con las cazadoras, solo que a ellas se les denomina (injustamente, pero así es el castellano) de otra manera, pero sí, también son gilipollas o faltas de tema...

Se contradice también algo relacionado con la política, en las discotecas son los inmigrantes los que echan a los nacionales. Mareas de nacionales se agolpan a la entrada de la discoteca para que un inmigrante les vaya tirando, salvo que los que quieren entrar estén forrados, ¡cómo han hecho siempre nuestros Gobiernos!. El poder en la discoteca no es democrático, es algo mas parecido a una dictadura. "Perdona, manda el portero español que yo soy su amiga...". Bonita, manda el que puede meter las hostias que mas se parezcan a panes, y esas las mete Ikrov, el rumano. ¿No le caes bien a Ikrov? "Pedimos 26 años". Contestas un "tengo 28" (las matemáticas y el conocer en general no son muy de rollo de Ikrov). "Que no entras joderr". Y te sientes inmigrante por un momento, ves el racismo cara a cara y no puedes hacer nada por evitarlo... Hay una cosa, llamar a la policía para denunciar al portero diciendo que éste no tiene papeles.

También es el único sitio donde la gente quiere que haya humo. Con la ley antitabaco hemos descubierto dos cosas: Hay gente que se ducha y la gente se tira pedos en los espacios cerrados. Breve consejo, gentes que visitáis las discotecas, es un "mundo paralelo", pero no tan distinto como para que no ducharse sea considerado positivo. Agua, jabón y desodorante fácil ¿no?. Hay que darse cuenta, ya no hay humo lo que significa que la gente aunque no te vea por el ciego, te huele. Otro factor problemático son las ventosidades. Definitivamente han salido a la luz pública... Era un pequeño placer de dioses rajarse en mitad de una discoteca y quedarte ahí viendo como todo el mundo respiraba algo tan perjudicial y humo. Era el crimen perfecto (salvo problema intestinal grave). Pero ahora el pedo en estático ha desaparecido, se sabe quien es el autor por eso hay que inventarse nuevas técnicas como el pedo en bombardeo. Aguantas el gas hasta que vas a por una copa, mientras realizas el trayecto a una buena velocidad lo vas soltando. 

Las actividades mas sencillas se vuelven imposibles. ¿Hablar? Se parece mas a jugar al juego de adivinar películas mediante gestos. ¿Andar? Entre un millón de personas... se parece mas a dejarse llevar por  una marea de pibes en celo. ¿Beber? Si consigues acabarte una copa sin derramar la mitad en una discoteca eres una especie de genio. ¿Recordar nombres? Según te dicen un nombre en una discoteca, se te olvida, es una ley. Pero también se da el efecto contrario, cosas como bailar se vuelven fáciles, uno se ve ágil, dispuesto a dejarse la vida en la pista, algo que en ningún otro sitio haría. Hasta pelearse pasa algo bastante factible, de hecho Gandhi se hubiera metido en una movida seguro...

Los garitos son el único sitio donde no hay feminismo, o las mujeres se lo dejan en casa. La prueba de que no se respeta la ley de igualdad en las discotecas es  la porcentaje de hombres (85%) y mujeres (15%) que acuden a desfasar, y no veo a ninguna feminista quejándose en los medios... Tal vez porque se está dando el lote con el primer maromo que ha pillado. Cuando hay un campo de nabos se incumple la ley, no vale querer sólo lo bueno.

Por último el crimen se convierte en algo que celebrar, pasa a ser algo hasta "bueno". El amigo que roba una copa es el puto amo, el que encima roba para los demás es Robin Hood y se le trata como tal. Sales de una discoteca y te dice Hood (todos tenemos uno con la habilidad de agenciarse cosas ajenas): "Mira que abrigo mas guapo he pillado". No es suyo, lo que ha hecho no está bien, él lo sabe, tú lo sabes y al que se lo ha robado no lo sabe todavía porque se lo carga, pero lo celebrais. "Ueeee que crack". Puede que el robo haya sido compensatorio, le roban el abrigo y el roba otro para cubrir su pérdida. También esto se da por la sensación de injusticia que se tiene al entrar en una discoteca pagando. "Esto es un drama social... Voy a tener que resarcirme de alguna manera" El crimen es la opción. El cálculo del drama social es el siguiente: "Si una botella son unas 10 copas y me cuesta 12€, voy a pagar 15€ por una copa y así les sajo 3€ a los de garito, ¡soy un genio! muajaja" No le culpes porque calcular es lo único que sigue siendo complicado.


PD: Yo no elijo la publicidad que hay en mi blog, ¡Google lo hace! y por lo visto son de pagar...

¿Cómo apetece salir, no?

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