Smonker, catacroquer, secador y caca

viernes, 4 de febrero de 2011

Doctores y doctoras

   Tengo un amigo jodido... El pobre está enfermo y no porque tenga una perversión sexual, si no porque tiene la gripe. Y me da una pena horrible, no que esté enfermo, que también (recupérate friend), si no que no vaya al hospital para poder ir yo a visitarle. "¿Al hospital? Si eso da un mal rollo de cojones". Sí, pero por lo que he visto en las series de médicos (españolas o americanas), en los hospitales sólo hay cachondas. Suena un poco basto... Hay unas pedazo de pivorras... Definitivamente mucho más elegante.


   "La realidad siempre supera la ficción" Pues los hospitales son la excepción que confirman la regla. Tu vas a un hospital cualquiera y si tienes suerte ves a una enfermera que en su día estuvo medio buena, pero ese momento ya pasó hace años, a ti te toca verla marchita y decadente mientras no te encuentra la vía... En cambio te pones a ver una serie de médicos y ese hospital parece el de Hospital Picante 3: La venganza de las enfermeras viciosas. Te dan ganas de tener cualquier tipo de enfermedad para que te lleven a ese hospital (a cualquiera de los dos). Lupus, un hermano siamés con una enfermedad que tú no tienes pero que si no hacen una operación a vida o muerte puede que pilles, una bombilla en el ano, un ataque al corazón o un mapache que le ha arrancado el pene a un colega (sin pene... jodido que mole el Hospital Picante, por eso mejor que castren a tu amigo, tú vas a rebufo). No hay ni una sola mujer en la serie que no esté buena. Miento, siempre hay una que es fea y no un poco, rollo "es exótica", FEA DE COJONES (La china de Anatomía de Grey o la recepcionista de Hospital Central son un buen ejemplo) pero eso no quita el encanto al Hospital Picante, es para dar realismo. En las americanas los doctores son todos fuckers, en las españolas... No. Aderezado todo esto con una pizca de diversidad racial, 2 doctores, uno negro y otro chino entre 500 blancos y unas cuantas enfermeras y celadoras de color, de hecho la proporción es justo al revés ¡Que curioso!.


   Como en todo buena serie de hospital las relaciones sexuales están a la orden del día en Hospital Picante. Ahí folletea todo el mundo con todo el mundo. Da igual que seas enfermero, celador, médico, enfermo terminal, estudiante en prácticas, el cadaver 255 del depósito de cadáveres o un familiar despistado que pasaba por allí para hacer una visita a su abuela. Nadie se libra. Es llamativa la buena disposición para el pinche que tienen, nada les jode el ánimo. ¿Qué se les ha muerto un paciente? Polvo. ¿Que ha sobrevivido un paciente? Polvo. ¿Qué le ha pillado la mujer en pleno polvo? Trío. ¿Qué sienten un profundo dolor psicológico por las drogas para rendir que consume? Al cuarto de las siestas a hacer que duermen para luego folletear un poquillo. Lo que nadie ha tenido en cuenta en las series es el olor a hospital. Es lo que demuestra que estas series son falsas, con ese olor nadie puede tener ganas de pinchar... Te entra ese olor por la nariz y lo único que quieres es pirarte de ahí como sea, da igual que la doctora Tet Asenormes quiera mandanga. Ahí huele peor que a culo, huele a culo al aire, viejo y enfermo, encima mezclado con un ambientador mata pulmones.


   En Hospital Picante y en todas las series de médicos hay una manía común. Los médicos crean vínculos emocionales con los pacientes a los que tratan. Lloran, se sienten identificados con ellos, les cuentan sus vidas, se juegan sus prometedoras o consagradas carreras por esa mujer que acaba de perderlo todo... ¿Quién se cree esta mierda? A los médicos se la comen los pacientes, esto es metafórico cuando me refiero a la realidad y literal cuando hablo de Hospital Picante, espero si no los que alquilen la peli se van a llevar una desilusión... Los médicos tienen nariz y sentido del olfato. Lo único que quieren es acabar su jornada laboral y tratar a cuantos menos enfermos mejor, no quieren un puto amigo con glaucoma o al cual ha aplastado un helicoptero. Quieren irse a su casa.


   Y como no, en Hospital Picante, todos los personajes tienen un grave trauma personal. No existe ni un sólo médico feliz. Están todos divorciados, o son viudos, o les han puesto los cuernos. Puede que sus hijos sean drogadictos o convictos. Si no les pasa nada de esto serán alcohólicos (lo de adictos al sexo se da por hecho) o habrán matado a Timmy, un joven paciente de 10 años que tenía fiebre y al final resultó que tenía tifus. En las series ningún médico sale del trabajo diciendo: ¡De puta madre, me voy a casa!. Se van jodidos. En la realidad.... ¿No hace falta ni que lo diga no?


Por último, en las series siempre tratan unas enfermedades de las guapas. Sacan un scaner cojonudo, microscopios, mierda médica en general. Lo que no dicen es como son esos pequeños "trámites". Escuchas cosas como: "Hacedle la prueba para Humtington y una analítica completa". Hasta ahí todo bien, tu crees que eso es un proceso mágico en el que la doctora Pe Chosmediando va conseguir todos los datos que necesita poniendo su manos obre tu frente. Pues no, amigo... Te pinchan los cabrones y mucho. Otra cosa que no sale nunca y siempre escuchas: "Hacedle una biopsia" No suena mal, es como orgánico. ¿Será meter una muestra de truño en un bote? Google. Pero lo peor no es que te pinchen o te hagan una biopsia, la pesadilla tiene un nombre y se llama SONDA. Google... No.


Ahora hay una digievolución de las series de médicos. Series de médicos en la selva. Todo lo de antes con una anaconda por aquí, un poco de amor interracial por allí, descubrir que el 95% de la gente en América del Sur es bilingüe, (no chapurrean, dominan el inglés a la perfección), una tirolina por allá y la seguridad de que van a mojar todos con todos.


Intentad no ir al hospital, huele peor que una discoteca con tabaco. Puede que te curen pero... ¿A qué precio?

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