Smonker, catacroquer, secador y caca

martes, 8 de marzo de 2011

Efecto campamento.

El verano es una gran época, calor, piscina, playa, niñas en bikini, rascada de bolas prolongada... Lo tiene todo. Hay algo que destaca sobre todo esto, tu grupo de amigos de verano. Son la polla, encantadores, cada noche es una farra, todos te caen de lujo, son los mas graciosos, los mas locos y entre todos sois los amos del lugar... El problema es que fuera de verano todos te parecen mucho menos simpáticos, mucho menos locos y mucho mas gilipollas.

Pasa siempre que estás en un lugar en el que no tienes preocupaciones como puede ser erasmus, un campamento, la casa de Gran Hermano o tu casa en verano. El pasatiempo es liarla parda, sin tener que estudiar o trabajar, solo tomar el sol y emborracharse. Claro, en esa situación todo el mundo te cae de lujo porque eres feliz. Las relaciones parecen mucho mas fuertes: "Si no lo vives no lo entiendes". Te doy dos meses, ya veras como al final quien lo tiene que entender eres tú.

Acaba el verano y te vas con buen sabor de boca: "Que maja es esta gente... a ver si quedamos en Madrid y les veo a todos pronto". Pero llegas a Madrid, pasan las semanas mientras sales con tus amigos (los de toda la vida) y tu planteamiento sigue igual hasta que te llega un sms, un evento, o un mamón por chat: El sábado cena de los de verano/campamento/erasmus. El primer pensamiento, aunque estés en abril es: "¿YA? Si nos vimos hace nada..". El segundo es: "Que pereza, a ver como me libro yo de esta mierda...". Al final sueles ir por la presión que hace el grupo o por un buen colega que has sacado de la experiencia, y porque tampoco vas a negarte a una cogorza cojonuda. Es el eufemismo de no me he podido escaquear.

Era mucho peor en los campamentos. Crees que has hecho amigos para siempre, que esas personas con las que has pasado 2 o 3 semanas serán parte de tu vida para siempre (amigos forever), por eso pedías el messenger, el movil y mierdas semejantes para luego no volver a escribir o ver a esa persona en lo que te queda de vida. La vida te llevó por otros caminos... la distancia... los cojones. Antes muerto que quedar con ese otra vez. Fuera de tu casa te daba igual, quedabas con quien fuera cuando fuera, pero cuando viene a Madrid un chino de erasmus o alguien de Valladolid (salvo que fuera buena gente con la que te llevas genial mucho después), te hace menos gracia el asunto. Chung Lee Pong haría mejor pillándose un mapa que le indicara que ver en la ciudad.

Porque en las situaciones campamento uno es mas laxo con los límites. Se permite una serie de cosas que en el resto del año nunca se darían. Expresiones raras, acentos que no son de tu ciudad, ropa y complementos alternativos... Un conjunto de mierda potente. Cuando lo ves con distancia temporal, piensas que hacías hablando con acento murciano si veraneas en Galicia o esa canción del verano que estuviste taladrando en tu cerebro sin parar. "En verano molaba..."

Este efecto tiene una duración limitada. Te das cuenta de cuando lo has superado en el momento que te escriben y no tiene ni el mínimo problema en decir: Paso. Ni una excusa mala, simplemente un fuck you, rápido y contundente.

Como en todo hay excepciones y buenas, pero son pocas. El grupo de erasmus de Caste y Culo roto, es un ejemplo de ello, o las buenas gentes que veranean en Soria. Hay que admitirlo, la gente que veranea en la costa del mediterráneo suele ser mas limitada, no todos, sólo la mayoría, son los andaluces de los veraneantes. De todo esto se suelen sacar buenos amigos, un par máximo, el resto son gente que te cae bien pero... mejor salir con tus amigos de todas la vida, que para eso llevan aguantándote toda la vida. Repito, la gente de Soria, los putos amos del lugar.

4 comentarios:

  1. Que grande es tener el grupo desde pequeños!!!

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  2. Menos mal que no veraneo contigo... Jajaja. X cierto, yo veraneo en la costa mediterránea, ergo... ¿Soy andaluz?.Yo te mato.
    ¡Viva murcia en verano!

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