Smonker, catacroquer, secador y caca

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Vuestras peores enemigas.

Siempre sostendré, argumentaré, bailaré y diré que ser hombre, en conjunto, mola muchísimo más que ser mujer, pero eso no significa que las mujeres sean unas pobres ovejitas indefensas, abandonadas a su suerte en el mundo y en constante peligro debido a la manada de lobos que somos los hombres. Es al revés, una mujer aprovechando sus virtudes dominará el mundo... Misma inteligencia que nosotros y encima mas bonitas de ver. ¿Qué es lo que no veis?

La primera ventaja (técnicamente son dos) la tenéis en el cuerpo y se llama pechamen. "Dices que es una ventaja porque eres hombre" No lo digo sólo yo, lo dicen todos y cada uno de los hombres que pueblan la tierra. ¿Acaso nunca habéis oído el dicho 'Tiran más dos tetas que dos carretas'? Por si no os dais cuenta de cuanta fuerza tiene un pecho femenino sobre nosotros sólo hay que compararlo con la fuerza de las carretas. Artilugio de las cuales tiran dos putos bueyes, mínimo. Es decir, tenéis el equivalente (o superior) a la fuerza de dos toneladas de bicho tirando de los pibes hacia vosotras. Una fuerza más potente que la gravedad (por lo menos durante unos años), pero claro, no la aprovecháis... Os creéis que el tamaño es vital para nosotros, no es así, si hubiera solo una teta por mujer a lo mejor nos preocupaba algo pero es que tenéis ¡DOS! ¡Una para cada mano! Eso es para nosotros un regalo de Dios pero sois como sois y a veces hasta os las reducís. "Es que me duele la espalda..." Pues haz ejercicios de las lumbares, no atentes contra la obra del Señor. ¿Creéis que alguna vez un hombre con una tranca enorme se la ha reducido por algún tipo de problema? ¡Claro que no! El hombre sobrelleva la carga con gusto, se la ata estilo cinturón o la lleva al hombro durante toda su vida pero nunca, repito, nunca se la reduciría. Chicas, no somos codiciosos, a nadie le deja de apetecer una magdalena de chocolate porque es más pequeña, está igual de buena. La metáfora no está muy bien tirada y queda un poco... sexual pero oye para eso estamos.

Puede parecer que el argumento de los pechos sólo es válido si se acepta previamente la premisa de que los hombres somos simples. Premisa que es cierta, los hombres somos simples pero las mujeres nos convertís en algo complicadísimo en vuestras imparables cabezas. Muchas dicen: "De simples sois complicados". Cuando usáis éste argumento os llamáis tontas a vosotras mismas. ¿De lo simple que es se te hace complicado? Es como decir que te ha engañado una columna para que le des con el coche... Una cuchara sirve para comidas líquidas, un tenedor para pinchar y un cuchillo para cortar (la próxima entrada explicará la teoría de los utensilios para comer). Pues a las tías os especializáis en usar lo que no es. "Quiero comer sopa con cuchillo" A ver hija... ¿eres imbécil de verdad o simplemente me estás vacilando? Te vas a cortar la cara y luego dirás que ha sido el cuchillo, o peor, dirás que el cuchillo de lo simple que es te parece complicado. Aprovechad que sabéis que se nos ve a la legua lo que somos... Si sabes para qué y por donde tienes que coger un tenedor nunca te pincharás, salvo que quieras que te pinche. Esta metáfora si que pretende ser guarra.

La capacidad de llorar que tenéis las mujeres es otro pedazo de trampa de cojones. No digo que seáis hipersensibles emocionalmente, que también, si no que si os apetece podéis llorar por CUALQUIER cosa (películas, series, discusiones estúpidas) y claro ahí los tíos tenemos una debilidad genética. Vemos a una chica en perfecto estado, sin heridas, ni daños aparentes, llorando por la calle porque su amiga Popi (está de moda entre las niñas de ahora llamarse por apodos que coinciden con nombres de hamsters), la ha llamado zorruna y pensamos: "Pobre, que terrible desgracia le ha pasado... Ojalá pueda ayudarla". En cambio vemos a un tío sin un brazo, con la espinilla por fuera de la pierna y pensamos: "¡Menuda nenaza de mierda! ¡Si le queda el otro!". Todos conocemos algún caso, por no decir miles, de novios que consolaron a sus exnovias mientras ellas les dejaban... Pero la gran ventaja del lloriqueo es que tardamos muchísimo en acostumbrarnos, tiene que haber tal confianza para decir: ¡No seas ruin que no es para que llores!, básicamente de años y vista a una no te inmunizas del resto. Conoces a otra y te vuelve a dar pena porque no podemos ser esos cabronazos insensibles que no valoran las sutiles y pocas lágrimas que emanan de las cataratas que tienen las mujeres por ojos...

La verdad es que no es tanto la capacidad de llorar si no la imagen de desprotección que podéis llegar a dar para que nos ablandemos...

También está la idea mal entendida de que las mujeres tienen complicadísimo ligar y no es verdad tenéis la estadística de vuestro lado. Los hombres agarramos lo primero que vemos porque nunca sabemos cuando va a volver a pasar el bus del pille. Los hombres esperamos en la parada de bus de un pueblo de Soria dejado de la mano de Dios. Las tías, en cambio, esperáis en Moncloa, con un bus por minuto. "Ya pero esos buses no me gustan, soy mas de limusina". Perdóname Schiffer, no sé como no estás en la semana de la moda de Nueva York participando de modelo principal en el desfile de burkas de David Delfín, ya que no me imagino a nadie mejor que tú para esa posición. Hay que ser realista con las expectativas... Del millón de buses la mitad te bastan y te sobran, pero no vayas de diosa si no lo eres porque así si que no te comes un colín...

Otra cosa que no entiendo es la reivindicación de la posición de protagonista de la mujer. 'Detrás de un gran hombre hay una gran mujer'. Verdad como una puta pirámide egipcia. ¿Por qué queréis perder esa posición privilegiada? Todos sabemos que quien manda es la mujer... Yo sería marido florero con una felicidad suprema. Tienes el mismo dinero que la forrada de tu mujer, ella se deja el espinazo mientras tú te encargas de educar a los niños y de mejorar tu swing del golf o el revés en el padel. Es un trabajo de media jornada remunerado de cojones. Les llevas al cole y todo el día libre para hacer lo que te dé la gana. Básicamente, dejar de estar en la sombra consiste en perder la posición desde la que mandas a todo el mundo para ponerse en primera plana y llevarte los ataques. Cambio la posición a quien quiera.

Éste post está dedicado a las únicas dos personas que me han llamado misógino a la cara en toda mi vida, ambas mujeres y ambas se basaban en los argumentos cómico festivos que uso en el blog. Una de ellas, cuya frase estrella conmigo fue: "Pero... ¿Tú estás abierto al amor?" Poesía en estado puro, y la otra comentó en una de las entradas en uno de 'eso días' (reconocido por ella). La mujeres sois vuestras peores enemigas cuando os tomáis cosas tan estúpidas como mi blog en serio y lo peor es que os ponéis en evidencia porque quien se pica ajos come.

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