Smonker, catacroquer, secador y caca

sábado, 26 de junio de 2010

El encantador de serpientes

En el mundo de la noche, pueden pasarte muchas cosas tanto buenas como malas, pero la peor sin duda es... La cobra. (Que te rompan un vaso en la cabeza también es bastante jodido, la verdad.)

No es el único nombre que tiene ese gesto innoble. También es conocida como hacer un Matrix o el efecto de los imanes (cuando juntas dos imanes de un mismo polo. Uno, da igual lo que lo acerques o la velocidad, el otro siempre se aleja). La cobra consiste en que tu, pobre desgraciado, te enamoras en el momento de un chica a la que acabas de ver, a lo lejos en una discoteca donde todo es confuso y poco claro debido a la oscuridad. Sacando todo el valor que la ginebra te ha dado, te acercas a ella, a pesar de que no está tan buena como pensabas, pero tu no eres una persona que se fija únicamente en el físico, ves más allá, decides meterte en la manada de ciervas. Ella parece receptiva, o por lo menos no te ha dicho que te pires, te seduce con bailes exóticos (reales o imaginarios, la ginebra da valor pero a veces traiciona) y accede a que le invites a una copa. Piensas, ingenuo de ti, que ella se separa de la protección de grupo que le proporcionan sus camaradas hembras por tu increíble conversación o belleza despampanante. No ayuda tampoco que tus colegas te animen cual hooligans a dos metros de distancia o en caso de ver que vas a hacer una espantada te llamen nenaza por no meter la boca. Llegas a la barra y pides dos copas. Valiente, inicias una conversación de distracción, que a ella no le distrae una mierda y decides atacar. ¿Eres Usain Bolt, el hombre más rápido de la historia? Da igual, ella es más rápida aún. Consigue esquivarte de una manera tan veloz, tan ágil y flexible, que después de recoger el poco orgullo que te queda sólo puedes aplaudirla por haber conseguido hacer ese gesto sin romperse la espalda en 4 partes y quedarse paralítica. Como buen caballero te retiras a recibir el ánimo de tus colegas, mejor vete a tu casa, nadie te va a animar...

Tus amigos lo han visto... No hay vuelta atrás, se van a reír de ti y mucho. Tendrás un grupo en facebook, puede que la historia sea recordada durante meses, hasta que otro colega supere tu humillación con algo peor, y créeme, será bastante difícil que te superen. Te han visto cagarla en primera fila.

Ahora viene como evitar la cobra. Fácil. Primero hay que aprender a distinguir una serie de tías, son una raza, las roba-copas. Mujeres dispuestas a actuar cual psicólogas/queridas de la mente, aguantando una chapa, para que te creas que le molas, por una copa. No están interesadas en ti, sólo en esos 15 euros que cuesta la copa y que pretende sacarte sin ninguna compasión. Solución: NUNCA invites a una mujer a una copa, en una discoteca, salvo que te salga gratis. "Es que soy diabética" Chutate la insulina guapa. Otro problema es, cuando separas a la cierva, víbora en potencia, de su manada crees que ella ha bajado la guardia. Al contrario, amigo, ha activado su sentido arácnido para detectar el peligro antes de que se produzca. Incluso puede tener una guardaespaldas a lo lejos, vigilando. Solución: Manda a un amigo/martir a placar a la guardaespaldas (no suele ser muy guapa, si no tendría cosas mejores que hacer...). En cuanto veas el bloqueo a la vigilante, usa una frase que cree confusión con la cierva del estilo: "¡Ey se piran tus amigas!". Ella se girará alarmada y cuando se dé cuenta que no es así volverá la cabeza hacia ti, relajada. Esa es tu única oportunidad, más te vale aprovecharla. Hay técnicas poco caballerosas: Ir a por las que tienen las capacidades intelectuales y de reflejos disminuidas, tirar el listón de manera escandalosa, etc.

Lo que no te mata, te hace menos gilipollas. Y siempre puedes culpar a la piba, porque si no se ha querido liar contigo, debe ser lesbiana, por lo menos... bisexual.


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