¿Quieres una mora?

Estoy hasta la punta de la cola. "¿De qué, de qué?" Se preguntará alguien. De las Blackberrys.

En principio la idea parece cojonuda: Comunicarte gratis, con todo el mundo, en cualquier momento y lugar. Lo que pasa es que como con el comunismo, con unos pocos meses de funcionamiento (no soy muy listo, incluso he necesitado ayuda para que me lo expliquen) me he dado cuenta que esa ideaca, de primeras, tiene grandes fallos, que la gente ve como ventajas.

Fallo número 1 de la frase: Gratis. Decir que es "gratis" es la mayor mentira que he escuchado. Comunicarte por la blackberry es tan gratuito como pagar, mínimo 20 euros cada mes. "Yo tengo la tarifa de 10 euros", lo primero y antes de que se me olvide, eres idiota, y segundo tranquilo, ya te pillarás la de 20 en cuanto te llegue la primera factura.

20 euros, y eso SIN LLAMADAS. Claro, aquí viene el argumento maestro de los morados: "No sabes lo que ahorro en teléfono" ¡Tócate la polla! Lo dicen con la calma... Estás diciendo que te gastabas al mes mínimo, 60 euros de teléfono, y ahí estoy tirando por lo bajo, ya que tras encargar una encuesta a Sigma Dos, y que se la inventen, los resultados dicen que la peña se gasta incluso más. Con la Blackberry son 20+ lo que gastes en llamadas, mínimo, si has estado gastando 60 al mes, te sale a 40 euros.

Lo que viene a decirnos alguien que se compra una blackberry basándose en que ahorra, y que lo ha hecho para ajustarse a la crisis, es esto: Joder tio, he tenido que vender el Hummer (coche) consumía que no era normal... 20 litros (de gasolina) por cada 100km y ahora, para AHORRAR me he comprado un coche que es LA POLLA, no consume nada, un Ferrari, consume sólo 15 litros por cada 100... Eso es ahorrar.

Fallos 2 y 3: Con todo el mundo y en cualquier momento o lugar.

Empecemos con todo el mundo. Esto es relativo, ya que hay dos tipos de personas con Blackberry: Los que ponen su pin en el facebook, tuenti y los que no. La diferencia es sutil, pero suficiente como para cagarla de manera estrepitosa. Si eres de esas personas elegidas que tienen 400 amigos en facebook, por ser tan social, simpático y popular, enhorabuena, ya puede contactar contigo hasta el más gilipollas del lugar. "Pero puedes borrarlo" Claro, como tus 400 amigos verdaderos, de los que sólo se cuentan con una mano, del tuenti/facebook.

Los que no cuelgan el pin tampoco se libran del todo... Situación tipo: Estas tan ricamente en la biblioteca jugando con tu flamante Blackberry nueva y te llega el tío que más pereza te da de tu clase: Imbécil, se llama así por tradición familiar.

-Que guapa está tu Bb (si no sabes que bb significa Blackberry, preocúpate, no estás en la onda) hander clander.

- Ya, me la pillé hace una semana.

-Pues dame tu pin y te agrego..

-bb32'3u3'gilipollas223

Borrar como opción tampoco funciona en este caso. Puedes como mucho intentar esconder el aparatito rapidamente si no... Cagada. Seas como seas, si tienes bb, vas tener seguro, a peña que te cae mal o que te da pereza, con posibilidad de darte el coñazo siempre que quiera 24 horas, desde cualquier lugar...

Y justo este es el tercer fallo, la disponibilidad constante, aunque aquí aparezca el último, para mí es el peor de todos. Estar conectado a familia, amigos, novia/o, rollo, orco con quien te liaste pedo y que tras una argucia con la que consigue no sólo que te líes con él/ella si no que además consigue tu pin, etc. Como he dicho antes, cualquiera, 24 HORAS, ESTÉS DONDE ESTÉS. Este argumento habla por si solo. No puedes ignorar a quien te escriba, porque quien tiene una bb tiene un tesoro y no lo suelta ni para cagar. Esa persona que te ha escrito y a la que vas a ignorar, tiene otra Blackberry, te ha escrito sabiendo que nunca sueltas la bb y lógicamente deduce que si no contestas al minuto es porque sudas de hacerlo. ¿Qué pasa cuando ignoras, no a alguien que te la suda de verdad, si no a un ser querido zumbado? Pues pasan cosas de zumbado.

Mi conclusión sobre las bb es: Convierte a la peña en Golums. Cuando les hablas te ignoran porque están con su tesoro, al que susurran y con el que se ríen. NO pueden parar de tocarlo, comprobar si brilla, han de mantener contacto directo y por último si se lo quitas... se vuelven locos...

Espero no tener que comerme estas palabras, salvo que me obligue un contrato.