Smonker, catacroquer, secador y caca

viernes, 10 de septiembre de 2010

Tierra trágame, mejor... trágatelos a ellos.

    Silencio, todo el mundo mirando a una persona fijamente y un brillo rojo que va aumentando de intensidad según pasa el tiempo. ¿Qué es? Un momento incómodo. Fuertemente vinculados a las frases o actos fuera de lugar, son situaciones duras de vivir, aunque es verdad que si te incapacitan o se hacen los incapacitados es un poco menos situación. Si eres al que le hacen "el mudo" (no te hemos oído decir eso porque para nosotros los últimos 5 minutos no tenías la capacidad de hablar) o si de golpe se afilian todos a la Once (no hemos podido verlo, pero lo hemos visto, por eso estamos en silencio mirándote) o los Beethoven (¿Ese ruido? Si no podemos oír nada...), sin embargo hay veces que nadie se ablanda y se produce un fusilamiento sin piedad como: "Eso no ha tenido ninguna gracia" o "¡Fuera!".

  Es clásico estar en una sala llena de personas, donde hay un ruido constante y a un volumen desproporcionado, entre las que se encuentra alguna persona con, llamemoslo, autoridad (profesor, padres, suegros, el Papa o cualquiera), y empezar a contar una historia más o menos inapropiada, pensando que se está protegido por ese ruido infernal de cualquier filtración o escucha no permitida. Según se va contando la historia, uno se va viniendo arriba, usa palabras más picantes o explícitas, y cuando ya se está tan metido en contar la historieta, deja de darse cuenta de que el ruido ha ido desapareciendo poco a poco. Todo acaba con un silencio sepulcral y el contador de cuentos finalizando su historia con una frase como: "... y era una prostituta afgana" o "El anfitrión es un cabrón" o " Estoy hasta la punta de la....", SILENCIO ABSOLUTO "¿De qué estas hasta la punta?", "De la... nariz". La última frase, la que genera la incomodidad, parece que se ha dicho con un altavoz, todo el mundo la escucha perfectamente, no puede alegarse que no es lo que parece, hay que aguantar el tirón. Lo normal aquí es que la gente diga pobre mudito... e intente hacer que no ha oído eso. Dentro la categoría muditos están las preguntas o afirmaciones ignorantes (hasta límites insospechados) que todo el mundo ha hecho por estar despistado, ser mongel, o jugar al Trivial, pero estas suelen estar seguidas de silencio y luego una carcajada con su consecuente burche: ¿En Soria hay playa no?, a la pregunta ¿Cuantos océanos hay? contestar: Yo creo que 7(son reales), ¿Quién es Iniesta?, etc. 

 Otra situación dolorosa tanto para el que la vive como los que la sufren (uno porque se ve sólo ante el peligro y los otros porque ven a alguien humillado, en el momento más bajo de su vida), es contar un chiste o anécdota que uno considera humorística y que no solo no sea considerada graciosa si no que no se ria NADIE. "Alguien se reirá" pensará alguno, seguramente pero por putear, y para como lo hará mejor que se quede callado. Gracias por la falsa intención pero vete a tu casa. La risa será un aahaaahaaa, acompañado de una medio sonrisa y un: "Ni puta gracia" para acabar. Es mejor el silencio, se rompe rápidamente, pero el eco de la risa falsa dura para siempre... bueno, dura lo de ni puta gracia, la risa falsa te la sopla. Aquí, la gente se hace la sorda: "¿Has contado algo? Perdona no te estaba escuchando". Es una pregunta retórica, te ha oído y no quiere que la vuelvas a contar, de hecho una patada en las pelotas, le parece mejor opción. Puede que en un corro, todos  riéndose, comentando la jugada alguien se raje, rufe o se ventosee y ponga cara de: "Espero que nadie lo haya escuchado". Lo primero, no pongas esa cara después de rajarte que siempre delata y segundo te han escuchado hasta en Barcelona. Aquí, los pibes empezarán a descojonarse y las chicas depende de la paliza psicológica que le estén dando a Metanito, se unirán con frases como menudo cerdo o apiadándose de el, se harán las locas...

 Hay alguna situación que pagarías por no ver, como... ver a un amigo saludar a alguien "conocido" con la frase: "Te acuerdas de mí" y que no se acuerde de él. La otra persona sobresaltada da un paso atrás y un repaso, desesperado por acordarse de quien es ese que le ha parado (porque para saludar así un par de noches de trash talking ha habido mínimo), mientras reza porque quien le saluda no tenga algún tipo de desequilibrio mental o se haya equivocado. La cosa mejora con una pista como: "De Marbella". "Ahhh... (¡Que se me encienda la bombilla por favor!) Parrilla, sí, me acuerdo". El momento en el que la persona saludada intenta recordar quien le saluda, antes de la pista, es mastercard. Se le puede meter más chicha al asunto con un: "Qué momento mas tenso ¿no?". Nunca habrás visto un rojo tan intenso en la cara de alguien. Tampoco se querrá ver a alguien meando por la ventana de un piso o abandonando un truño da igual el lugar o momento. Aunque sinceramente creo que la situación en la que uno querría ser ciego si le pasara, el peor temor que TODO el mundo tiene y que NADIE quiere sufrir, es pillar a sus padre copulando. Perdón, hay algo peor, pero involucra progenitores de los padres... Espeluznante. Me he quedado frío de golpe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario