Smonker, catacroquer, secador y caca

martes, 13 de julio de 2010

No es lo mismo atropellar que ser atropellado.

Es una gran frase, que debería ser dicha a toda persona que te la ha liado de manera espectacular y aun así tiene la osadía de ir a hablar contigo del asunto, no para disculparse (acto noble) si no para justificarse (acto maligno). Casi son mejores los que atropellan y se dan a la fuga, ya que por lo menos, sabes que no va a volver a intentar hacerlo.

La gente que "atropella" (es una metáfora amigos), pues hombre, tampoco le mola el asunto, se le ha jodido el "coche" y te ven ahí en el suelo, tirado inconsciente, y claro no es plato de buen gusto... Lo pasan mal, pero vienen a verte al "hospital" (sigo con comillas por si alguien se pierde en mi metáfora elaborada a más no poder) pero no a pedir perdón, van a calmar su conciencia con excusas tan célebres como memorables, de hecho te dicen una y no se te olvida en el resto de tu vida: "Cruzaste por un sitio que no debías...", "No eres tu, soy yo... que iba distraída", "No era el momento apropiado en ese momento de mi vida para que cruzaras por la calle", "Yo ya te avisé que se me podía ir la cabeza y atropellarte" Esa es mi favorita. Otra muy buena, "Como iba a saber yo que estabas cruzando... Yo te veía como un peatón amigo", "De verdad que no es lo que parece, fue una noche que estuvimos conduciendo como monos, pero al que me gusta llevar de verdad es a ti", "Agente, iba pedo y no veía bien con quien conducía"... Hay un millón y todas son divertidas de recordar.

Generalmente, quien te suele atropellar, son dos tipos de personas: Un amigo/a cabrón o tu novia/o. Si lo hacen los dos de manera conjunta, bien se han dedicado a conducir juntos a tus espaldas... o están pensando en hacerlo, eso es el siniestro total, te pasan una vez por encima y para asegurar, dan marcha atrás y te vuelven a pasar por encima. ¡Para que no sufras! ¡Qué simpáticos!. Da igual lo fuerte que te atropellen o quien lo haga, para todos hay un plazo de rehabilitación. Al principio eres un coñazo para todo el mundo, estás en la U.V.I. en cama, no puedes moverte y sólo te quejas. "Pobre de mí... Como iba a saber que esta me iba a atropellar..." Imbécil, ya lo había hecho otras 5 veces, ya no tiene puntos en el carnet y encima le mola pillar el coche con un antifaz... "Era inimaginable", etc. Sólo quieres dormir para que pase ya la puta rehabilitación, pero te dicen que el tiempo lo cura todo, que no hay atajos, MENUDA PUTA MIERDA, piensas sabiamente. Tranquilo, la cosa mejora.

Va pasando el tiempo y pasas a la silla de ruedas o a las muletas, según te veas, ayuda siempre una buena "enfermera" o enfermera de verdad, que te cuide, te ponga un poco de mercromina en la herida, un par de tiritas y te vaya ayudando a cruzar, pero si no, poco a poco vas viendo que ya empiezas a caminar más rápido, te ves más fuerte. De todas maneras sigues con gilipolleces: "Nunca volveré a conducir", "Paso de que me lleve otra persona en coche", "Era una conductora buenísima... Nadie conducirá como ella" ESTA FRASE ES UNA MENTIRA... Todo el que lo dice sabe que esta metiendo una bola, pero no puedes evitar pensarlo. El problema de la rehabilitación es que tienes tiempo libre y claro... empiezas a pensar, pero no pensar a lo investigador que busca la cura al catarro, no, piensas como un filósofo alcohólico, sin objetivo, y nada bueno puede salir de esos pensamientos, de hecho piensas que puede que sea verdad lo que te dice... Puede que el semáforo estuviera en verde, que te avisó o que puede que sea tu problema porque no sabes mirar. DUDAS, te han llevado un tiempo como para confiar en que no lo ha hecho a malas, que en un atropello hay dos... Mientras tus amigos te dicen que es mentira, el seguro te da la razón, te cabreas si se meten con como conduce, te dicen lo de los peces y el mar, obviamente no te lo crees y de hecho piensas que es una chorrada. Pero ahí sigues, avanzando.

Hasta que un día, por distintos motivos, (al mes estaba conduciendo con otro, ha dicho que fue tu culpa el atropello, o simplemente porque ves que es la peor conductora del mundo) te ves capaz de coger el coche. Bebes un poco para no ir muy nervioso (en la vida real hay que intentar no hacer esto, es una metáfora). Y te subes al coche otra vez, da igual el coche mientras tenga 4 ruedas... pero si puedes elegir... que sea un ferrari. De golpe recuerdas lo divertido que era conducir y lo curado que estás. Ya no ves a la conductora que creías si no a la paquete que conduce de verdad, ya no te distrae su coche ni sus pirulas. Ves todo lo malo que te ha hecho pasar y lo buena que está esa del coche que está a tu derecha... Tu capacidad para criticar aumenta, a la misma velocidad que tu indiferencia, has aprendido a mirar a los dos lados y a no subirte al coche con quien no debes, eres más sabio.

Una vez has pasado esta mierda, puedes reirte de lo estúpido que eras, y que te has quitado un marrón de encima, vuelves a liarla, a pasártelo bien, porque España ha ganado el mundial y eso ha pasado después de que te hayan petado. Hay muchos peces en el mar, disfruta, que ha empezado la temporada de pesca.

PD: La frase de la semana, de un gran filósofo:
"Me estás poniendo la cebolla que hago aguas" Igo Nar, el frutero que te venda la verdura en su punto.

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