Smonker, catacroquer, secador y caca

viernes, 10 de diciembre de 2010

Escaleras arriba, escaleras abajo.

"Los hombres pensáis con el downstairs". Bueno no sólo con eso, en mayor o menor medida también con la cabeza. No es nuestra culpa que Dios nos pusiera un sistema por el cual en caso de emoción intensa toda la sangre del cuerpo se centre en determinado sector...

 En toda decisión masculina actúan esas dos fuerzas, la cabeza de arriba y la de abajo. Es verdad que el mayor porcentaje favorable a la cabeza de arriba a la hora de tomar decisiones en un hombre, fue el 60% de cabeza y 40% de abajo de Roger Federer. Nadie con pene entiende que esté con esa mujer cuando podría estar con un ángel de Victorias Secret... Roger debe saber algo que los demás desconocemos y que le compensa. ¿Su mujer ha descubierto el secreto de la inmortalidad y lo ha compartido con nuestro querido Roger? Nunca lo sabremos... "Será su personalidad..." Chicas, cuando puedes elegir entre cualquier mujer del mundo, seguro que hay una modelo con la misma personalidad o mejor que la de la mujer de Roger.

100% a 90% downstairs. El típico hombre abeja. Están configurados geneticamente para polinizar todas y cada una de la flores que se pongan a su paso. Rosas, margaritas, amapolas, cactus, hiedras, plantas carnívoras, incluso ortigas. Carecen de memoria. No ocultan su misión al mundo. Según suba o baje la proporción del upstairs conseguirá conversaciones mas o menos elaboradas y unas tácticas de mayor o menor éxito. No improvisan. ¿Qué una flor está rebelde por el viento? Pasa a la de al lado. Cuando el tiempo corre en su contra suele saltar a las flores más grandes. El error se produce cuando un hombre abeja intenta quedarse en una sola flor... No va a salir bien.

89% a 80% downstairs. El hombre vendedor de enciclopedias. Su técnica es inventarse curiosas historias, dignas de una película o una serie, en la cuales ellos son los putos amos. Todo por vender "su enciclopedia". También incluyen buenas promesas. El top list es: Oro y la luna, el sol no tiene tanto tirón últimamente por eso de que quema. Una vez consiguen la venta, se piran por la puerta y nunca se les vuelve a ver. "Me prometió la luna" ¿Qué esperabas? Es un vendedor de enciclopedias... Defecto de fábrica igual que el hombre abeja, le cuesta sangre aguantar en una misma casa, pero puede hacer la venta del siglo y retirarse.

79% a 70% downstairs. El cazador. No le vale cualquier cosa, intenta conseguir siempre algo digno. Según su estado de ánimo va a caza mayor o menor. No se cierra a realizar el disparo del siglo y retirarse. El número de balas que usa para abatir a la presa le importa. Odia las presas fáciles, pero no desperdicia una pieza si se le pone a tiro. Hay un momento en el que se hace mayor, acepta que la naturaleza puede con él y lo deja.

69% a 60% downstairs. El católico arrepentido. Empieza a pensar en que si haces algo malo vas al infierno. Caza pero siempre le queda ese punto de culpabilidad... Intenta no hacerlo a menudo o por lo menos buscar chicas que le gustan. No huye de las consecuencias, pero tampoco busca en caso de cagada repetir la situación. Si lo hace, se confesará, pedirá perdón a su cura/grupo de amigos y aquí paz y después gloria. Intenta ser noble y sostiene: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra".

59% a 50% downstairs. El árbol. No se mueve aunque le metas un petardo en el culo. Busca algo más pero sin esforzarse por conseguirlo. Le puede encantar una tía pero está parado y en constante debate: ¿Y si no le molo? ¿Y si le molo y la lío? ¿Y si es del Barça? ¿Y si me la lía? ¿Y si no bebe como quedo con ella? ¿Y si no quedo con ella?. Su cerebro es un corta rollos. Como todos, piensa que un dulce no amarga a nadie, pero intenta  ir a por esa que le parece distinta a las demás. De hecho, si sabe que el dulce puede perjudicar la opción de que ELLA se fije en él, se pone a dieta. Cuidado con los árboles, si la que le gusta hace la señal y consigue que se mueva... ¡Árbol va!.

49% a 40% downstairs. Sólo unos pocos han nacido así, con una capacidad sobrehumana para controlar su propio torrente sanguíneo, desvían la sangre a lugares como los pulmones.

Hay que aceptarlo, a los hombres nos gustan las mujeres a muerte nos han hecho así. Una chica puede romper cualquier estadística y cambiar al mayor polinizador de ortigas, pero debe saber contra que se enfrenta. No es justo empezar algo difícil y luego decir: "Pensaba que era fácil" . Somos simples, hasta el extremo por eso si nos gusta alguien de verdad, ahí manda el upstairs a muerte, pero en esa situación nosotros no cortamos la pana. Al final quien elige SIEMPRE es la chica... Y esa responsabilidad no puede evitarse. El otro será un cabrón, joputa, pero tu le has elegido..."Me engañó...". Que putada, la verdad, pero la próxima vez no pidas olmos a una abeja.

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